La actividad emprendedora en España
¿Qué es GEM? Es un observatorio internacional cuya principal misión es la de proporcionar datos acerca de la tasa de actividad emprendedora (TAE) de las naciones, regiones y ciudades participantes, así como un diagnóstico acerca de las condiciones existentes en esos territorios para emprender.
El año 2011, GEM presentó la decimosegunda edición del «Informe GEM España», el cual revela datos muy interesantes sobre la tasa de actividad emprendedora y el entorno existente en nuestro país para emprender y, como en todo, también en este informe hay luces y sombras. A continuación resumimos las conclusiones más relevantes:
Por un lado, la TEA ha pasado del 4,3% en 2010 al 5,8% en 2011. El informe revela que este incremento se ha debido sobre todo a la necesidad derivada de la falta de empleo, por lo que aunque se trate de un dato positivo, no sería prudente interpretarlo como un signo de recuperación económica en estos momentos. No obstante, según el Informe Global de 2011, el porcentaje de personas que deciden emprender motivados por la búsqueda de oportunidades para mejorar su situación es mayor que el número de personas que deciden emprender por necesidad. Pero el reto no está tanto en la cantidad de emprendedores como en la calidad de los proyectos. La tasa de consolidación es según el Informe, lo más importante, pues es lo que permite aumentar la competitividad e impulsar la creación de empleo. El Informe Global GEM 2011 revela que a pesar de tener una TEA más baja que otros países, España tiene una tasa de consolidación elevada desde el punto de vista comparativo, lo que parece un dato positivo.
La mayoría de las iniciativas comienzan en solitario, sustentados mediante capital propio, combinado con inversión informal y escasa dimensión e internacionalización.
El perfil medio del emprendedor parece haber sufrido algunas variaciones en los últimos años: aunque la media de edad se mantiene en torno a los 38 y 39 años, la mujer ha aumentado su participación en estos procesos, al igual que los jóvenes y los mayores de 50 años. No obstante, en España sigue dándose una mayor participación masculina. (60% – 40%). Casi el 25% de los emprendedores se encuentran en paro y el número de emprendedores extranjeros de régimen general (principalmente de Latinoamérica) ha aumentado en detrimento del número de emprendedores de régimen comunitario.
En cuanto al nivel de formación de los emprendedores, parece haber una relación directa entre la formación académica y el TEA. Como observación general, podría decirse que a mayor formación, mayor TEA. En España, aproximadamente el 38% de los emprendedores son personas con estudios de diplomatura o educación superior; el 21% de los emprendedores han recibido formación profesional y el 37% ha recibido estudios primarios o secundarios.
La actitud hacia el emprendimiento es también un indicador importante. En España ha aumentado la percepción del emprendimiento como factor de estatus social y económico. Asimismo, ha aumentado ligeramente el auto reconocimiento de habilidades y experiencia para emprender. Ambos datos son positivos pues revelan una mayor confianza individual y social en el emprendimiento. No obstante, probablemente como consecuencia de la actual situación económica, la percepción de oportunidades para emprender ha alcanzado su nivel más bajo (14,4%) y el espíritu competitivo sólo se advierte en un 28% de la población. El temor al fracaso como obstáculo para emprender también ha aumentado en el último año, aunque se mantiene a tasas de alrededor del 50% de la población.
Tampoco mejora la valoración que se hace de las condiciones existentes para emprender. En España, los aspectos considerados aceptables por los encuestados son los que se refieren al acceso a infraestructura física y de servicios, la buena valoración de las innovaciones por parte de los consumidores y el apoyo a la mujer emprendedora. En contrapartida, los aspectos considerados en peor estado son los referidos a la existencia de materias relacionadas con el emprendimiento en la escuela primaria y secundaria, el acceso a la financiación y las políticas públicas de apoyo y fomento del emprendimiento.
Los peores datos son las cifras relacionadas con el empleo generado por el emprendimiento ya que el deterioro en los últimos años ha sido extraordinario. Confiemos en que la actividad emprendedora en España mejore en los próximos años. Desde SECOT seguiremos poniendo nuestro granito de arena.